Blog literario idiota de Andrés Nortes Martínez-Artero. Literatura y rock en vena. Y alguna cosa más

miércoles, 12 de enero de 2011

Debo confesar que ese "Soñador...

...sin párpados" no deja de resulatarme sospechoso. ¿Cómo se puede soñar sin párpados? Cuando la guerra, las ventanas tenían los agujeros de la metralla de las bombas o de la metralla de las metralletas, y en aquel tiempo yo misma podía dormir con un ojo abierto no fuera a ser el diablo que yo misma acabase llena de agujeros, y ya se sabe que donde agujeros hay dolores, y no se quedan los licores, y que huyendo de hoyo caigo en arroyo. Así es que la guerra acabó y por fortuna yo de agujeros nada.

Debía escribir sobre unos párpados. Sobre soñar sin párpados. Es que eso es muy raro. Cosa de las tecnologías será. En mis tiempos soñar era imaginar que el mozo te requería y que luego un poco te seguía queriendo. Es decir, que mucho no se iba al bar. Los hombres en el bar también sueñan. Sueñan con cosas imposibles, y se las dicen a sus amigos, y no se sabe si es peor que éstos se rían de ellos o que los animen con sus fantasías. Luego en casa las lentejas les saben a poco. Normal, si han estado cenando con la Hayworth y la Monroe.

En el fondo supongo que será lo mismo. Metáforas las llama el chico que me ayuda con el ordenador. Él y sus cosas... La mitad de lo que dice no lo entiendo. La otra mitad son las palabras normales, él, con, tú, arriba, paso, y, que, dormir. Porque soñar sin párpados significará soñar sin sueño, o sea, soñar estando despierto, soñar sin cerrar los párpados o soñar sin poder cerrar los párpados porque no se tienen párpados, o sea, será soñar despierto, imaginando las cosas, y con total certeza de lo que pasa por delante de los morros de una, es decir, imaginar sin poder dejar (aunque una quiera) de ver el mundo feo. Como al tonto de la lanza le pasaba. "Soñador sin párpados"... ¡Pues buen nombre ha elegido usted!

Pero lo que es educación no nos falta. Bienvenido a su diario de internet, señor Soñador. Disfrútelo cuando y como le guste. Y salude a don Pedro. Creo que viene de su casa.

La anciana




3 comentarios:

Roberto J. Rodríguez dijo...

Muchas gracias, por tu hospitalidad. El nombre nace del protagonista de un relato inacabado, que algún día retomaré; aunque siempre ocurre algo que provoca que retrase el momento de escribirlo.
Lo dicho, muchas gracias por la bienvenida. Te seguiré leyendo.

El cuentacuentos dijo...

A la anciana de tu parte. Me contestará que tiene ganas de leer ese relato y que, en anticipo de que llegue, si tienes otras escritos tuyos en la red, que le (que me) digas una dirección donde pueda leerlas (donde yo pueda llevarla para que las lea, estas ancianas analfainformáticas, ya se sabe).

Es que la conozco bien.

Roberto J. Rodríguez dijo...

Claro, basta con que ponga esta dirección:
http://elsonadorsinparpados.blogspot.com/
Hay podrá leer microrelatos y otras cosillas; además, tiene algún enlace a relatos y a mi primera novela. Y este año, saldrán dos novelas mías en formato digital.
Espero que las disfrute.