He leído bastantes libros si me comparo con muchas personas, y ridículamente pocos si me pongo -metafóricamente- al lado de otras. Quiero pensar que en un equilibrio con quien me gusta medirme no llevo una mala proporción ni en cantidad ni en calidad.
Pero
(porque siempre hay un pero, y cuando no lo hay en realidad es que está escondido)
es la primera vez que me pasa algo que os voy a contar. He empezado a leer Manual de Inquisidores, del novelista portugués Antonio Lobo Antunes. La novela no tiene desperdicio, es una auténtica maravilla (aunque no sé si me gusta más que Acerca de los pájaros, que me emocionó como un niño) pero como aún no está acabada no quiero desvelar nada de ella. También me reservo porque no me gusta alardear de qué estoy leyendo sino compartir qué he leído. (Un poco como Borges, aunque está claro que el argentino es el argentino y el resto somos otra cosa).
(Imagen tomada del blog Tránsitos de Medianoche)
Cuando cojo la novela de Lobo Antunes, y mira que tengo unas ganas enormes de hacerlo, en lugar de agarrarla y leer lo que pueda y donde pueda, como me ha pasado con muchos otros libros (Justine en clase, el Canzoniere en los parques, Heine en el salón de mis parlanchines padres -hijo malo-, etc.) me detengo durante unos segundos y sopeso: ¿de cuánto tiempo dispongo?, ¿en qué situación me voy a encontrar durante la lectura?, etc. En ese momento empiezo a correr páginas como si quisiera animar un monigote dibujado en un margen. Y, claro, cuento con una resta el número de páginas que restan desde la marca hasta el comienzo del nuevo capítulo. Si haciendo la estimación la respuesta es positiva, comienzo a leer con enorme placer, pero si parece que no voy a poder acabar el capítulo, entonces ni lo comienzo. ¿Por qué esto?
Leed alguna novela suya y lo descubriréis. En unos días, la respuesta.
PD. Enlazo a una entrada posterior en la que hay una reseña de esta enorme novela, ya leída. Cosas de los buscadores...
Pero
(porque siempre hay un pero, y cuando no lo hay en realidad es que está escondido)
es la primera vez que me pasa algo que os voy a contar. He empezado a leer Manual de Inquisidores, del novelista portugués Antonio Lobo Antunes. La novela no tiene desperdicio, es una auténtica maravilla (aunque no sé si me gusta más que Acerca de los pájaros, que me emocionó como un niño) pero como aún no está acabada no quiero desvelar nada de ella. También me reservo porque no me gusta alardear de qué estoy leyendo sino compartir qué he leído. (Un poco como Borges, aunque está claro que el argentino es el argentino y el resto somos otra cosa).
(Imagen tomada del blog Tránsitos de Medianoche)
Cuando cojo la novela de Lobo Antunes, y mira que tengo unas ganas enormes de hacerlo, en lugar de agarrarla y leer lo que pueda y donde pueda, como me ha pasado con muchos otros libros (Justine en clase, el Canzoniere en los parques, Heine en el salón de mis parlanchines padres -hijo malo-, etc.) me detengo durante unos segundos y sopeso: ¿de cuánto tiempo dispongo?, ¿en qué situación me voy a encontrar durante la lectura?, etc. En ese momento empiezo a correr páginas como si quisiera animar un monigote dibujado en un margen. Y, claro, cuento con una resta el número de páginas que restan desde la marca hasta el comienzo del nuevo capítulo. Si haciendo la estimación la respuesta es positiva, comienzo a leer con enorme placer, pero si parece que no voy a poder acabar el capítulo, entonces ni lo comienzo. ¿Por qué esto?
Leed alguna novela suya y lo descubriréis. En unos días, la respuesta.
PD. Enlazo a una entrada posterior en la que hay una reseña de esta enorme novela, ya leída. Cosas de los buscadores...
4 comentarios:
Acerca de los pájaros, qué maravilla de título. Aún no he leído nada de Lobo Antunes, pero le tengo ganas. ¡Ansiedad lectora!
Hace poco me acordé de ti porque leí otros dos Walser: Vida de poeta y Los hermanos Tanner. ¡Qué maravilla! ¡Hermano Walser!
Un abrazo, amigo.
Pues sí, sí... El señor Walser ocupa una parte importante de mi sala de estar/estudio/minipasillo/cocina/(vergüenza de decirlo)cuarto de baño/casillero del instituto
No sé si me gustó más "Los hermanos Tanner" o "Jakob von Gunten", aunuqe estoy por decir que la segunda.
"Acerca de los pájaros" es un título tan sugerente que a mitad de las lecturas del master lo tomé en préstamo de la biblioteca y lo acabé -y devolví, cosa rara- antes de que caducara su plazo. La novela es preciosa, y además demoledora: yo que vi el final de Million dollar baby sin pestañear y con los "pájaros" no pude sin emocionarme...
Coincide además que se la regalé a un amigo al cual, al poco de charlar con él, conociendo sus gustos y también los tuyos encaminé hacia tu blog. Y ahora me hablas de la novela de Antunes... Deliciosas coincidencias
PD. Vaya haikus te sacaste de la manga, macho. De lo mejor que te he leído.
PPD. Si alguien no sabe a qué me refiero, son estos poemas del blog "Un mundo flotante" de José Óscar López: http://joseoscarlopez.blogspot.com/2011/01/variaciones-de-un-haiku-de-ano-nuevo.html
Terminé recien de leer ¨Acerca de los pájaros¨ de Lobo Antunes, confieso que inicié la lectura de este libro sin muchas pretensiones, sin conocer alguna otra obra del autor y grata sorpresa me llevé cuando me encontré envuelto en la húmeda ría, en Aveiro, escuchando, ¿o debería decir viendo? está obra. Saludos desde la ciudad de México.
Muchas gracias por tu comentario, Esteban. Antonio Lobo Antunes es un escritor sin igual, no mejor o peor que muchos otros, pero es realmente distinto de muchos otros autores. Esa novela es apasionante y desgarradora.
Estuve en Aveiro y el sentimiento es muy parecido.
Otro saludo desde la pequeña ciudad de Murcia.
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