Las cosas mejores por las peores. Es una canción emocionante, lo mismo a una mujer que a una tierra.
Longeva doncella, faz desmembrada Caliz confuso hembra sagrada Perla, desgastada por orden del tiempo Madre, tantas veces tus hijos te hirieron Guardo con recelo un tesoro en mi piel Rasgan mis pesares los amantes del ayer Antaño princesa, miserable alguna vez Vi crecer imperios que crecieron en mis pies
Corona empedrada, morena de cara, montaña de gemas
Cortejas dos mares, hermanos que por tus encantos pelean
Duelen, cicatrices que curan la historia
Danzan en tu velo poetas, pintores, guerreros…
La Mezquita añora tu presencia cada abril
En la Alhambra esperas entre llantos a Boabdil
Bañas tus cabellos niveos a orillas del mar
Mientras te perfumas con esencia de olivar
Reina, reina del mundo puedo sentir tu tristeza olor a jazmin
Linda, linda doncella, cuidada de mi que yo siempre lo hare de ti
De etnia gitana, hispana, romana o tal vez fenicia
Fiel madre mora, morita de sangre verdosa y mestiza
Tierno, cascabel que Hipnotiza a los hombres
Legas, ocho hijas hermosas pasiones desde entonces
Los diversos dioses por ti siempre velaran
Engendras culturas y criaste a muchas mas
Bécquer, Lorca, Alberti te recitan con pudor
Versos desde el cielo, que camuflan tu prision…
Edito. Olvidé decir, vergüenza mía, que esta canción me la dio a conocer (junto con otros veinte discos, de una tacada) un estupendo alumno de hace un par de cursos.
1 comentario:
¿Un rato a La Boca del Lobo?
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