Blog literario idiota de Andrés Nortes Martínez-Artero. Literatura y rock en vena. Y alguna cosa más

lunes, 21 de junio de 2010

¿Por qué merece la pena escribir un ensayo?

A estas alturas no me voy a equivocar si cualquier anciana, con todos los años del mundo a cuestas, tiene alguna cosa que decir. Ni siquiera el ser humano más lamentable que uno pueda imaginarse está desprovisto de alguna cosa que contar, o no posee un conocimiento más perfeccionado de algún asunto que le haya sido, por fuerza o por placer, grato.

Escribir un diario, unos cuentos o una novela son el primer camino de dejar para los demás la propia experiencia -es decir, existencia-. La segunda es escribir un ensayo.

Un ensayo es un texto absolutamente libre en su forma. No tenemos que dar cuentas a nadie de si nuestro ensayo es corto o muy largo. En su contenido se han mezclado muchísimos materiales, y aunque principalmente se trate de una explicación sobre algún concepto o idea, uno puede encontrarse ficciones y pequeños relatos dentro de los ensayos que lee -por ejemplo, los ensayos de Borges.

Al escribir un ensayo se puede usar un lenguaje elevado o un lenguaje sencillo. ¿Y un lenguaje de la calle?. Pues cada uno tendrá su respuesta... La mía es que a no ser que sea significativo su uso, en literatura, el lenguaje con vulgarismos no suele tener buenos resultados estéticos, es decir, queda mal dado que estamos "programados" para entender que la literatura es belleza, que la belleza es bien y que el bien es corrección. Si no, haced la prueba.

Además, el tema no tiene por qué ser único. En general, todos los ensayos son "duales" porque hablan sobre dos asuntos: uno cualquiera y el autor. Como los ensayos son tan personales, un autor, al escribir sobre cualquier asunto, se "desnuda" ante su público. El ensayo es muy exhibicionista, y crea una imagen fuerte de su escritor.

Una de las cosas más interesantes de la lectura de los ensayos es seguir la cadena de ideas que suele haber en ellos. Unas ideas llevan a otras sin una gran estructuración previa; cuando reconocemos esas asociaciones de ideas parece que estuviéramos entrando en el corazón del escritor y que pudiéramos casi adelantarnos a su escritura.

Para escribir ensayos, en principio sólo hay que reflexionar sobre un asunto cualquiera; luego, comenzar a escribir con bastante libertad y por último no tener miedo a irnos por las ramas, porque, si cabe, eso es lo más bonito de los ensayos.

Si alguien se anima a escribir un pequeño ensayo y no tiene o quiere hacer su propio canal de trasnmisión -un blog, por ejemplo- lo subiremos aquí. En este blog hay algunos. Este verano escribiré alguno más. Este año ha dado de sí para escribir un libro entero de ellos.





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