Blog literario idiota de Andrés Nortes Martínez-Artero. Literatura y rock en vena. Y alguna cosa más

lunes, 9 de abril de 2012

Equivocado sobre Japón, de Peter Carey

Me encantan los cómics, pero prefiero el americano y sobre todo el europeo al manga, que siempre me ha resultado un poco extraño. Me intriga Japón, aunque no me apasione. ¿Por qué empecé a leer este libro cuya portada es un dibujo estilo manga y cuyo título contiene la palabra Japón?

Puede ser -estoy decidiendo que va a ser- material para otra entrada, una enteramente dedicada a la BRMU o Biblioteca Regional de Murcia.

Acababa de leer HHhH, arriba reseñada, y necesitaba otra lectura que no me vapuleara tanto en ningún sentido, ni en lo estiístico ni en lo temático ni en lo estructural ni en nada. Quería algo ameno y tranquilo. Y aquí lo encontré. Quiero decir, aquí coincidí con ello. En realidad, secundando a algunas personas que me han enseñado bastante, afirmo que cuando no se sabe lo que se busca, nada se encuentra. Por ello debo hablar de coincidencia y no apuntarme el tanto de descubrimiento alguno. Al César lo que es del César, y yo al menos esta vez no lo soy.

Equivocado sobre Japón es un libro de viajes actual. El libro de viajes, en un mundo empequeñecido por la inmediatez de los medios de masas, de internet, etc. es un género que ha envejecido con dificultad. Cualquier página web y cualquier foro destripan las novedades que un libro de viajes podría proporcionar, de modo que si algún interés tienen hoy en día, éste no cae apenas en lo descrito sino en la mirada del viajero que es lo único que difiere de un medio a otro.

(Imagen tomada de la web http://www.abc.net.au)

En Equivocado sobre Japón asistimos a una perspectiva principal -la de un escritor adulto de éxito- confrontada con otra, muy bien comprendida y aprehendida por la principal que es la del hijo de este, un joven de doce años con muchas ideas muy claras pero pese a todo adolescente. Ambos emprenden un viaje a Japón basado en unas entrevistas como excusa (con los creadores de Gundam o de Mi vecino Totoro entre otros), y sus encuentros y desencuentros, sus diálogos y diferentes impresiones son posiblemente lo más valioso del libro (quizá hay algo de El Quijote ahí, si no de las Cartas persas o de ambos). Los episodios con los lugares, personajes y acontecimientos variados dependen en gran medida de que el lector tenga algún conocimiento sobre el asunto, porque el libro, pese a no exigir un lector muy especializado, sí necesita poder establecer unas mínimas premisas o lazos entre escritor -y materia japonesa- y lector.

El libro derrocha una actitud dialógica, democrática y polifónica. Asistimos a diferentes culturas, diferentes ideas sobre culturas, diferetes intereses, diferentes mitos tumbados y mitos nuevos erigidos. Es muy enriquecedor si ya se poseía algo. Si no, un capítulo entero dedicado al gatobús de Totoro (exagero) y otro a las armaduras de Gundam pueden resultar excesivos.

En definitiva, un bonito diálogo, una interesante incursión sobre un país demasiado mítico y una ingeniosa renovación del género.




2 comentarios:

Moomin dijo...

Después de leer el libro me deja la impresión de que la sociedad japonesa se presenta tras una máscara con la cuál se quiere mostrar integrada en un mundo global y homogenizador, pero no consigue convencer al "bárbaro", que recela de ésta. Al revés que algunos nacionalismos, al querer resaltar lo común se destaca la diferencia.

El cuentacuentos dijo...

Muy buena idea. Moomin. Me la quedo y te la robo. Las diferencias a través de los (forzados) parecidos.