Cosas de la tecnología... Un virus estúpido llegó y los cuentos se perdieron en el vacío. Pocas veces las palabras se las ha llevado el viento de un modo más expeditivo. En fin, que ya decían que verba volant, scripta manent y que pájaro en mano y ciento en el disco duro. La próxima vez, en papel.
PD. Adiós, Afelxala; adiós, Simón. Algún día os recuperaré. Hoy por hoy prefiero pensar en una novela que llamaría El complemento directo según Bertholt Brecht.
PD. Adiós, Afelxala; adiós, Simón. Algún día os recuperaré. Hoy por hoy prefiero pensar en una novela que llamaría El complemento directo según Bertholt Brecht.
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