Un poemario siempre a medias
5.
A la rutina indiscernible
Siempre odiada, siempre
culpada,
origen de todos los
males del hombre moderno,
alienante perversora de
las conciencias,
dando cuna a las
ansiedades y a la fuga de la felicidad,
y también bálsamo de
los terrores al mañana
de los hombres que no
saben lo que quieren, ahí tú, la rutina.
Siempre odiada, siempre
culpada,
origen de todos los
males del hombre moderno,
alienante perversora de
las conciencias,
dando cuna a las
ansiedades y a la fuga de la felicidad,
y también bálsamo de
los terrores al mañana
de los hombres que no
saben lo que quieren, ahí tú, la rutina.
Siempre odiada, siempre
culpada,
origen de todos los
males del hombre moderno,
alienante perversora de
las conciencias,
dando cuna a las
ansiedades y a la fu