Sin fotos.
Sin textos.
(Estarán en otras partes, la red estará plagada.)
No tengo palabras. Un hombre bueno y un buen escritor. Aún vibro recordando El túnel, o las vomiteras de leer muchas decenas de páginas de Sobre héroes y tumbas sin salir a la calle ni despegar mis ojos de sus líneas, o la angustia de las torturas en Abadón el exterminador. O sus magníficos ensayos, como Antes del fin. Muere anciano como un Sófocles, pero es que alguien como él no debería morir nunca. ¡Rápido, que alguien ocupe su hueco en la trinchera!
Un abrazo, un beso, una sonrisa. Adiós, Ernesto. Gracias por tus libros y por tu vida.
2 comentarios:
De los mejores escritores que he podido leer nunca. EL TÚNEL y SOBRE HÉROES Y TUMBAS (¡ese Informe de ciegos!) son obras inmortales en mi memoria literaria.
Y tampoco es que sea yo un fetichista de los premios, pero creo que merecía el Nobel como nadie. Otra gran injusticia.
Pues sí que llevas razón, sí. Obra más que de sobra tiene. Lo que pasa es que el Nobel, con no ser mal premio (aunque algunos hay, no son demasiados los autores premiados que la crítica casi unánimemente considera malos escritores) a veces resulta demasiado políticamente correcto, tratando de premiar por igual a todos los continentes, a todos los países, todas las etnias, todas las clases sociales, a todos los géneros, etc.
Pero Sábato tenía que haber sido premiado. Una vergüenza como la de Hitchcock.
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