¿Pues no va y resulta que después de tanto tiempo, y aún inmersa en la locura del trabajo que no acaba, en los ciclos que se repiten hasta el infinito, la locura o la muerte, en el tedio de lo que no trasciende, de lo baladí, de la inane y de lo que no perdura, como limpiar un balcón u ordenar un mostrador, ahí logra la vieja reunir sus memorias y darles forma? Me dijo que preparaba una buena conseja de aquí a unos pocos días, una larga, un poco más larga, de lo que una vez le contó alguien sobre unas gafas y unas lentillas.
A ver si la anciana rumia algo bueno esta vez.
A ver si la anciana rumia algo bueno esta vez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario